¡TRES MIRADAS SOBRE LA NAVIDAD!
*La navidad, como acontecimiento litúrgico, nos recuerda un nacimiento, la experiencia viva del cumplimiento de una promesa y el inicio de la historia de la fe cristiana.
Nos muestra el comienzo de un camino, que cada uno recorre hasta experimentar el encuentro con Cristo, dejando su huella, que sirve de guía para los que caminan detrás. Desde esta perspectiva, nos confraterniza como comunidad cristiana.
“TIEMPO DE ENCUENTRO, LLEGÓ EL MOMENTO DE VOLVERTE A MIRAR.”
“UN NACIMIENTO, LLEGÓ EL MOMENTO DE TU CORAZÓN CONQUISTAR.”
LA NAVIDAD NOS ENSEÑA QUE EL COMPROMISO CRISTIANO NO IMPLICA VER, SINO MIRAR, ES DECIR, ESTAR ATENTO A LAS NECESIDADES DEL QUE VIENE CAMINANDO AL LADO NUESTRO, PARA SER CAPACES DE “FRENAR” Y SENTIR COMO SIENTE EL OTRO, LLORAR COMO LLORA EL OTRO Y REIR COMO RÍE EL OTRO; PORQUE LA RAZÓN DE NUESTRA VIDA SOMOS NOSOTROS MISMOS, PERO LA PLENITUD ESTÁ EN COMPARTIR, EN COMPARTIRNOS, EN ENTREGARNOS; Y Así sentirnos realmente completos en nuestra vida de fe.
En navidad, no solo Jesús se hace carne, sino que nace en nosotros el impulso de iluminar los corazones desamparados con la luz de la esperanza, de la que viene a llenarnos el recién nacido. Nace también la necesidad cristiana de vivir en comunidad, para relacionarnos y fortalecer el espíritu de Cristo día a día.
*La navidad, como parte de la historia de salvación ya anunciada, implica sorpresa, ante un acontecimiento que todos pronosticaban, pero nadie esperaba para ese momento. Hoy, nos hace intensificar nuestro andar para colmar las expectativas que atesoramos siempre y se hacen vida de repente.
Desde esta perspectiva, nos invita a dejar que Jesús nos sorprenda, obre en nosotros y colme nuestros anhelos, especialmente el más profundo y sincero: la felicidad plena.
“una sorpresa, ya se ha cumplido esa promesa.”
“la expectativa, móvil de vida.”
La navidad nos hace renovar la esencia de cada experiencia a cada instante, con la esperanza de que lo ordinario cambie, nos transforme y renueve nuestra fe.
La navidad revaloriza a la esperanza como la motivación de nuestro existir, confiando en lo prometido, esperando lo nuevo y creyendo fervientemente que Jesús camina a nuestro lado, impulsando en nosotros la gratitud hacia todos aquellos que hacen más liviano nuestro caminar, tomando como propias nuestras tristezas y angustias, hacia todos y cada uno de los que los que iluminan nuestros sueños y alimentan nuestra esperanza, convirtiéndonos en verdaderos instrumentos de paz, capaces de transmitir toda esa esperanza que impulsa sus vidas y la expectativa que los hace luchar hacia los demás, especialmente a los que no encuentran el sentido de sus vidas.
*La navidad, en lo cotidiano, nos impulsa a transmitir día a día la buena noticia de que Jesús está entre nosotros, la misma que conmocionó y sorprendió a maría, pero ya sin temor; capaces, como hijos suyos, de reírnos y hacer reír, de sorprendernos y sorprender a los otros. Desde esta perspectiva, nos invita a asumir el desafío de que todos los días sean navidad, de que surja en nosotros la iniciativa de nacer de nuevo, de esperar con fe y de renovar nuestro espíritu.
“con Jesús salimos, acortamos distancias, nos encontramos y nos descubrimos hermanos.”
“en Jesús somos hijos, nos hacemos hermanos y ciudadanos y nos comprometemos.”
Convertir cada día en navidad implica salir de nuestra realidad, para encontrar la fuerza para seguir esperando hasta en el dolor de los otros, frente a todas las dificultades que se presentan, para mantener tanto nuestro corazón y nuestro espíritu, como el alma y el ánimo de los demás; en alerta para recibir a Jesús y descubrir su presencia viva en medio nuestro.
Otro de los desafíos al que nos compromete esta navidad es a acercarnos a los demás, a generar unión y combatir la división, a tender puentes de diálogo, a esforzarnos por escuchar y ser escuchados, confiando en que lo único que necesitamos para ser realmente hermanos es el mensaje de Cristo, que nos congrega en la unidad, nos da fuerzas para andar, renovados en su amor, que nos ofrece a cada instante y que debemos hacer carne para ayudar a otros y para que el pueblo de dios camine sobre la riqueza de la diversidad y no sobre el hambre de la división.
Debemos fijarnos como meta la hermandad entre hombres para el sincero y profundo encuentro con dios, por lo cual necesitamos reconocernos todos como hijos suyos, como comunidad de fe y de vida, que transmite el mensaje de Cristo en lo cotidiano, exteriorizando el compromiso que inunda nuestro espíritu.
Debemos comprometernos para recuperar los valores de la solidaridad, la familia y la amistad, para vivir en un mundo más justo y humano.
“que esta navidad nos anime a seguir en camino, poniendo nuestros dones al servicio del señor y a ser sal y luz del mundo, dándole sabor e iluminando la existencia de los que nos rodean.”
Que en esta Navidad le hagamos un lugarcito en nuestro corazon al Niño Jesus para que vuelva a nacer , y dejemos que llene de amor , alegria y fortaleza nuestro Hogar!
Janerianos les deseo una Feliz Navidad !!!!
pd: El texto es de un nuevo escritor :)
pd: Pronto fotos de la fiesta ! en cuento me las pasen !
